No podía respirar bien, su fuerte zarpa sujetaba con firmeza mi flacido cuello. Veía cada vez más cerca mi final. No tenia ni fuerzas para moverme, estaba completamente debilitado.
La criatura me acostó sobre una camilla llena de manchas secas de sangre. Desde allí podía ver todo lo que había en mi alrededor. Estaba todo el techo decorado por unos signos satánicos, cabezas de personas y animales cortadas por toda la habitación. Echaba un fuerte olor a podrido, el olor no te dejaba respirar.
No sabía que me iba a pasar en esa habitación, miraba a la criatura y veia que estaba haciendo algo detrás de la camilla, pero no lograba ver nada.
Sentía cada vez más y más miedo, no podría describirlo con palabras.
Al poco rato, la criatura se dio la vuelta y con esa zarpa tan asquerosa, sujetaba una jeringuilla muy alargada y dentro se veía un líquido verde. Me introdujo la aguja por el brazo derecho, introduciéndome el extraño líquido.
Al rato de que me lo introdujera, note como el cuerpo se me iba durmiendo poco a poco, mientras que veia como cogía un cuchillo, con el cual me iba rajando desde el pecho, hasta a bajo. Era extraño, no sentía dolor y no me llegaba a morir, él quería que lo viera todo, absolutamente, todo.
Al cabo de un rato, cuando ya me abrió el estómago bien, se dispuso a sacarme las tripas, cogiendolas de una punta y enrrollándolas como un tubo. Y luego los demás órganos, sin dejarme ninguno en el interior del cuerpo.
Poco a poco iba notando como iba desapareciendo el líquido que me había introducido en mi cuerpo y poco a poco iba notando el dolor de haberme abierto por la mitad y de haberme sacado todos los órganos.
No pude contenerme y me puse a chillar sin parar y mientras que chillaba, la criatura se puso en mi cara a chupar mis intestinos y a comerselos.
De pronto... Me desperté, estaba en la puerta de mi casa, delante estaba el bosque. No podía creerlo... ¿Había sido una pesadilla? Me quité la camiseta que tenía puesta, me mire y tenía una cicatríz desde el pecho hasta el estómago. No entendía nada, no entendía lo que había pasado. Lo único que sabía es que no quería volver a vivirlo. Nunca.
La criatura me acostó sobre una camilla llena de manchas secas de sangre. Desde allí podía ver todo lo que había en mi alrededor. Estaba todo el techo decorado por unos signos satánicos, cabezas de personas y animales cortadas por toda la habitación. Echaba un fuerte olor a podrido, el olor no te dejaba respirar.
No sabía que me iba a pasar en esa habitación, miraba a la criatura y veia que estaba haciendo algo detrás de la camilla, pero no lograba ver nada.
Sentía cada vez más y más miedo, no podría describirlo con palabras.
Al poco rato, la criatura se dio la vuelta y con esa zarpa tan asquerosa, sujetaba una jeringuilla muy alargada y dentro se veía un líquido verde. Me introdujo la aguja por el brazo derecho, introduciéndome el extraño líquido.
Al rato de que me lo introdujera, note como el cuerpo se me iba durmiendo poco a poco, mientras que veia como cogía un cuchillo, con el cual me iba rajando desde el pecho, hasta a bajo. Era extraño, no sentía dolor y no me llegaba a morir, él quería que lo viera todo, absolutamente, todo.
Al cabo de un rato, cuando ya me abrió el estómago bien, se dispuso a sacarme las tripas, cogiendolas de una punta y enrrollándolas como un tubo. Y luego los demás órganos, sin dejarme ninguno en el interior del cuerpo.
Poco a poco iba notando como iba desapareciendo el líquido que me había introducido en mi cuerpo y poco a poco iba notando el dolor de haberme abierto por la mitad y de haberme sacado todos los órganos.
No pude contenerme y me puse a chillar sin parar y mientras que chillaba, la criatura se puso en mi cara a chupar mis intestinos y a comerselos.
De pronto... Me desperté, estaba en la puerta de mi casa, delante estaba el bosque. No podía creerlo... ¿Había sido una pesadilla? Me quité la camiseta que tenía puesta, me mire y tenía una cicatríz desde el pecho hasta el estómago. No entendía nada, no entendía lo que había pasado. Lo único que sabía es que no quería volver a vivirlo. Nunca.



